Nueva York, 19 de diciembre de 2024.- Un hombre de Manhattan se declaró culpable de colaborar en la creación de una estación de policía secreta china en Nueva York. Chen Jinping, de 60 años, admitió su culpabilidad en un solo cargo de conspiración por actuar como agente de un gobierno extranjero durante una audiencia en el tribunal federal de Brooklyn el miércoles, informó la agencia de noticias Associated Press News.
Matthew Olsen, fiscal general adjunto del Departamento de Justicia de Estados Unidos, informó que Chen reconoció su papel en “el establecimiento audaz de una estación de policía no declarada” en Manhattan y en sus intentos de encubrir esta actividad cuando fue contactado por el FBI. “Esta estación de policía ilegal no fue creada en interés de la seguridad pública, sino para promover los objetivos represivos de la República Popular China, en violación directa de la soberanía estadounidense”, declaró Olsen.
Los fiscales sostienen que Chen y su coacusado, Lu Jianwang, abrieron y operaron una sucursal del Ministerio de Seguridad Pública de China en el barrio de Chinatown a principios de 2022. Esta oficina, que ocupaba un piso completo del edificio, ofrecía servicios básicos como la renovación de licencias de conducir chinas, pero también se dedicaba a identificar a activistas prodemocracia que residían en Estados Unidos, según las autoridades federales.
La operación clandestina fue cerrada en otoño de 2022 en medio de una investigación del FBI. Sin embargo, en un aparente intento de obstruir la investigación, Chen y Lu eliminaron de sus teléfonos las comunicaciones con un funcionario del gobierno chino al que reportaban.
Se cree que China mantiene puestos policiales secretos en América del Norte, Europa y otras regiones con comunidades chinas.
No obstante, el gobierno chino ha negado que estas instalaciones sean comisarías, afirmando que su principal función es ofrecer servicios a los ciudadanos, como la renovación de licencias de conducir.
El arresto de Chen y Lu en abril de 2023 formó parte de una serie de acciones del Departamento de Justicia destinadas a combatir la “represión transnacional”, donde gobiernos extranjeros como el chino buscan identificar, intimidar y silenciar a disidentes en Estados Unidos.
Los abogados de Chen y Lu no hicieron comentarios el miércoles. Chen enfrenta una posible pena de hasta cinco años de prisión, con la sentencia programada para el 30 de mayo.
Lu, quien deberá regresar a la corte en febrero, tenía una relación de larga data con funcionarios encargados de hacer cumplir la ley chinos, según los fiscales.